miércoles, 2 de marzo de 2022

TRABAJAR EN EQUIPO

El aprendizaje cooperativo es una metodología activa que tiene como finalidad lograr la autonomía del alumnado, además de profundizar en aspectos tan determinantes como la ayuda mutua, el trabajo en equipo, la responsabilidad individual, el desarrollo de las habilidades sociales y la inclusión de todo el alumnado.
Entre sus múltiples ventajas, el aprendizaje cooperativo busca que sea el/la alumno/a quien aprenda de sí mismo y de sus compañeros/as, y siempre guiado por un docente que cede su protagonismo a su alumnado.
La elaboración de los denominados equipos de base es uno de los aspectos clave de la metodología cooperativa. Y lo es porque una buena elección de los equipos de base hará posible que los grupos no solo estén compensados y sean heterogéneos, sino que el espíritu de cooperación sea el adecuado.
Hay que enseñar a cooperar. ¿Qué significa esto? Pues que en muchas ocasiones, los equipos de base no funcionan porque no se ha trabajado previamente la conciencia de grupo. De ahí que sea tan importante, antes de empezar a trabajar de manera cooperativa, que los/as alumnos/as realicen dinámicas de grupo que vayan encaminadas a la cohesión y a la cooperación.
Una vez hemos conseguido generar conciencia de grupo y elaborar los equipos de base que funcionen de manera cooperativa en el aula, el siguiente paso es empezar a trabajar de manera curricular a través de las denominadas estructuras cooperativas. Entre los muchos tipos de estructuras cooperativas que existen, me parece realmente interesante empezar por las denominadas Estructuras Kagan. ¿Y en qué consisten las Estructuras Kagan? Las Estructuras Kagan parten de un principio muy claro: conseguir que todos los alumnos estén involucrados en una tarea y que así la enseñanza se convierta en algo más fácil y divertido.
Por último, tenemos que establecer las normas de funcionamiento del grupo y de los equipos.

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