El Levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid fue una rebelión popular espontánea contra la ocupación francesa de España (buscó detener el traslado a Francia de la familia real española). Fue reprimido brutalmente por parte de las tropas imperiales francesas, desencadenando rápidamente la Guerra de la Independencia Española.
Esto ocurrió con posterioridad a la invasión conjunta franco-española de Portugal y en medio de una pugna por el trono español entre Carlos IV y su hijo Fernando VII.
La ciudad de Madrid estaba ocupada por el ejército napoleónico de Murar desde el 23 de marzo de 1808.
El rey Carlos IV había sido obligado a abdicar el trono a favor de su hijo Fernando VII el 19 de marzo, durante el Motín de Aranjuez.
En abril tanto Carlos como su hijo Fernando se encontraban en Bayona (Francia) por invitación de Napoleón, ambos buscaban su apoyo, uno para recuperar el trono y el otro para obtener reconocimiento de su posesión.
Pero Napoleón tenía otros planes, el 5 de mayo de 1808 se llevaron a cabo las abdicaciones de Bayona, en las que el trono fue cedido a favor de Napoleón Bonaparte, quien luego lo cedió a su hermano José Bonaparte con la finalidad de establecer a España como un Estado satélite del imperio francés. La estratagema de Napoleón para conquistar la Península Ibérica le costaría una prolongada guerra de seis años en diversos frentes, siendo al fin derrotados los franceses en 1814.
A primeras horas de la mañana del 2 de mayo de 1808 una multitud comenzó a concentrarse ante el Palacio Real de Madrid con la intención de detener el traslado del infante Francisco de Paula para llevarlo a Francia con el resto de la Familia Real. Al grito de José Blas Molina ¡Que nos lo llevan! la multitud asaltó el palacio. Murat envió un destacamento de la Guardia Imperial al palacio acompañado de artillería, la cual abrió fuego contra la multitud. A partir de este momento, en Madrid se inició una revuelta popular espontánea caracterizada por ataques improvisados y luchas callejeras. La represión de los franceses fue brutal. Murat creó una comisión en la noche del 2 de mayo presidida por el general Grouchy, que estableció la pena de muerte para todos aquellos capturados portando armas de cualquier tipo. Cientos de prisioneros fueron ejecutados al día siguiente, el 3 de mayo de 1808, hecho representado por el artista Francisco de Goya en un famoso óleo sobre lienzo.
La resistencia madrileña tuvo cierto nivel de efectividad y levantó la moral del movimiento independentista en toda España.
El día 2 de mayo se conmemora el Día de la Comunidad de Madrid, en conmemoración al levantamiento de los españoles contra la ocupación francesa.
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